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Créditos Media

Peter Brook

Reconocido director de teatro, películas y ópera. Es uno de los directores más deslumbrantes e influyentes del teatro contemporáneo. Se inclinó muy pronto por el teatro. Hizo su debut como director en 1945 con apenas 20 años en Birmingham Rep.
Entre 1947 y 1950 fue ya director de la Royal Opera House. Durante los cincuenta trabajó en muchas producciones en Europa y Estados Unidos, y en 1962 regresó a Stratford-upon-Avon para unirse a la recién establecida Royal Shakespeare Company (RSC). Durante los sesenta dirigió una gran cantidad de producciones para dicha RSC.
Pero en 1970 dio un giro radical en su vida; viajó con pequeños grupos, se interesó por la expresión teatral asiática, atravesó luego de parte a parte África: un reflejo temprano está en su pieza Los ik, de 1975. Pues ya había formado un Centro Internacional para la Investigación Teatral en Paris, que dirige en la actualidad. Sus representaciones se llevan a cabo en un teatro quemado que él descubrió, al lado de la estación del norte: Les Bouffes du Nord, donde ha desarrollado su tarea durante cuarenta años, no sin viajar al extranjero con su grupo de actores de las más diversas procedencias (africanos, japoneses, europeos).
Sus mayores éxitos no sólo fueron sus originales escenificaciones de obras de Shakespeare —como Romeo, Lear, Timón de Atenas, El sueño de una noche de verano, Medida por medida, o La tempestad (estrenada en 1968, y que rehizo en 1990)— o su experiencia con el Teatro de la Crueldad que culmina con su escenificación de Marat/Sade (1964) de Peter Weiss, o grandes puestas en escena personales, como El Mahabharata (1987).
Su trabajo ha incluido, además, obras de Jarry, Chéjov, Genet (El balcón) o Beckett (Días felices), creaciones a partir del neurólogo Oliver Sacks, piezas sencillas tomadas del mundo africano (que ha prodigado en los últimos años), óperas de Debussy (Pelleas) o de Bizet (La tragedia de Carmen, 1982).
El ideal expresado en su libro más antiguo y difundido, El espacio vacío, se ha ido plasmando de muy diversos modos, si bien en sus últimas piezas el despojamiento ha sido radical. Es un gran creador que parte del teatro más elemental, basado en gestos, decorados, movimientos, diálogos rápidos: Je me rapelle, Woza, Albert, El traje, Warum, warum (2008), y también en una pieza sobre Dostoyevski con mucho texto, El gran inquisidor.
Muchas de sus obras han podido verse en España, y además él mismo se ha ocupado de filmar varias de sus representaciones, lo que le ha acercado al público. Así, con Marat/Sade La tragedia de Carmen, El Mahabharata.
Su cine, independiente, ha sido durante años un complemento de su teatro (Moderato cantabile, Encuentros con hombres notables, El señor de las moscas). En los últimos años ha escrito unos notables ‘recuerdos falsos’ y ha dado otros libros de evidente calidad y energía vital sobre el mundo del teatro.

Con César Sarachu: